lunes, 30 de marzo de 2015

De mala entraña

Mujer equivocada, Mercedes Rosende

En Montevideo vive una mujer solitaria, de olfato finísimo y obsesivo para los perfumes. Atesora una vieja colección de estatuillas japonesas, a las que cada tanto quita el polvo. Vive pendiente de los ruidos de sus vecinos, a quienes escribe cartas con sugerencias de pantuflas y alfombras. Hace listas, toma somníferos. Trabaja de traductora literaria, y en un programa de TV en el que opina desde la tribuna. Pero antes que todo eso, esta mujer es gorda. Muy gorda. Sufre por su gordura. Asiste a grupos y reuniones, pero no es una Gorda Anónima: se llama Úrsula López. Un nombre con el que no sólo elude el anonimato propiciado por esas reuniones de ayuda, sino que será crucial para protagonizar esta aventura negrísima. Úrsula López es la mujer equivocada.

Úrsula no es la mujer más feliz del mundo ni por asomo. Los de la panza, brazos y piernas no son sus únicos rollos: tiene unos cuantos por resolver con su padre, que la despreciaba al compararla con Luz, su hermana bella, flaca, deportista. Padre que además tuvo un romance con su cuñada, la tía Irene, que murió asesinada en un episodio que ni Luz ni Úrsula consideran completamente resuelto. Papá, mamá, la tía Irene: demasiados muertos dando vueltas en las sesiones de terapia de la gorda Úrsula.

La trama negra de Mujer equivocada se dispara cuando una noche Úrsula recibe un llamado en el que se le informa que su marido está secuestrado. ¿Qué marido?, se pregunta ella cuando corta. Decide ir al encuentro del secuestrador, un negociador pusilánime, suerte de Steve Buscemi tembloroso y mal aseado. Su vínculo con el sujeto irá de la empatía a un velado intento de seducción. Por supuesto, nuestra Úrsula López, pieza ignorada por el resto de los involucrados, conectará con la verdadera Úrsula López —conexión esencialmente femenina, de competencia y camaradería, en la que ambas califican de “canalla” al secuestrado Santiago—, y la involucrará en los sucesos que llevarán al final redondo de la novela.

La voz de Úrsula lleva la narración en primera persona desde el comienzo. Por razones de la trama, la autora necesita abrevar en otras formas: recurre a despojados (y por momentos, cómicos) diálogos entre víctima y secuestrador, a la prosa periodística y policial que da cuenta del secuestro, a las cartas de Úrsula a sus vecinos. En todos esos registros Rosende se maneja con soltura. Mueve la trama, avanza siempre, con su prosa tan cuidada como efectiva. Todo esto hay que decirlo, pero sin lugar a dudas el logro más importante de esta novela es la construcción de Úrsula López. De todos los adjetivos que podrían irle a este personaje difícil de olvidar me quedo con este: es siniestra. Conocemos de ella casi todo de su vida diaria y de su pasado: el origen de sus comportamientos, las explicaciones de sus actos. Sin embargo, es tan mala que ni por un momento permite la empatía del lector. Gran virtud de la autora, que resiste la tentación fácil de hacer una gordita simpática, más “chica problemática pero querible”, justificando sus decisiones en su soledad y sus desgracias. En vez de esa Úrsula descolorida y aguachenta, Rosende crea este potente personaje capaz de las mentiras más bajas y con la sangre fría suficiente para no temblar ante la idea de asesinato. Que, más allá del azar en el llamado disparador de la trama, elige ponerse en el lugar de otra, vivir por un rato otra vida: elige ser la mujer equivocada.

La uruguaya Mercedes Rosende era conocida en nuestro ámbito por su participación en las primeras ediciones del BAN! (en una de ellas ganó un premio que la llevó a la meca de la Semana Negra de Gijón). Sin embargo, era prácticamente imposible conseguir una novela suya hasta esta edición Código Negro. Ahora, ya la tenemos, felizmente, de este lado del charco.

12/14


Seguí pinchando: no encuentro nada parecido a la gorda Úrsula en los comentarios del blog. Pero si hay un par de otros autores uruguayos, como para seguir conociendo rincones oscuros de Montevideo. Los encontrás acá y acá. También hay otras novela con cruciales llamados telefónicos acá y acá.

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