jueves, 28 de agosto de 2014

Cobrador

Ahora, también como siempre, el Seba se pondría hablar de Fonseca, del escritor, claro, no del jugador.
—Que fenómeno ese brasilero... Pensar que era ortiba. Pero vos sabés que tiene razón, ¿no? Yo, cuando me viene la historia culposa con el tema este de robarle a la gente, me lo pongo a leer y me levanta el ánimo. “Yo no estoy robando —dice—, estoy agarrando lo que me deben. Me deben esto, me deben aquello. Me deben guita, me deben mujeres, me deben médico, me deben pilchas”. Te lo deben, papá.
—Me hacés acordar cuando iba la facultad: la propiedad privada es un robo...
—Claro, lo pajeros decían la propiedad privada es un robo y después iban a la casa de los papás… Qué fácil... Si verdad creés que la propiedad privada es un robo venite conmigo una noche y ponete a escalar…
—No me jodas que vos escalás… —le dijo Demonio admirada.
—Buenas noches, auditorio —le cantó, burlón, el Seba.

(Gustavo Escanlar, Estokolmo, Montevideo, Criatura Editora, 2014, pág 73)


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