martes, 22 de mayo de 2012

Detective mitad en todo


Todos los actores se odiaban entre sí y había más tensión sexual en el set que en una preparatoria mixta. El director estaba tan seguro de que terminarían matándose unos a otros, que había mandado a hacer cinco pistolas de oro, con cinco balas de plata, con el nombre de cada uno inscrito en ellas, incluyendo el del productor. El director era precavido, no incluyó la bala con su nombre. Aun así, mi jefe, el señor Ray Stark, parecía feliz con todo y con todos. No sabía por qué también conmigo. Éramos tan distintos que podríamos provenir de diferente simio. Había hecho de todo en su vida. Era famoso y millonario. Tal vez sólo le faltaba plantar un árbol.
¿Yo? Bueno, aún no sabía qué era. Para eso se necesita toda una vida. Sólo soy un sabueso beatnik de nombre Sunny Pascal. Mitad en todo: mitad mexicano, mitad gringo; mitad alcohólico, mitad surfer; mitad vivo, mitad muerto. Alguien con half español, mitad english.
Y estaba en el infierno.
 
(F. G. Haghenbeck, Trago amargo, Barcelona, Roca Editorial, 2009, pg 15)

No hay comentarios:

Publicar un comentario