miércoles, 7 de septiembre de 2011

Una grieta en la coraza

No había anunciado previamente su visita, pues sabía por experiencia que la repentina aparición de un representante de la ley genera, en el mejor de los casos, cierto malestar incluso en las personas más honradas, las cuales se preguntan: “Pero ¿qué he hecho yo de malo?”. Porque las personas honradas piensan siempre que han hecho algo malo, tal vez sin darse cuenta. Mientras que las que no lo son creen que han actuado siempre con honradez. Por consiguiente, tanto los honrados como los que no lo son experimentan cierta inquietud, lo que sirve para descubrir grietas en la coraza defensiva de todos ellos.


(Salvo Montalbano)

(Andrea Camilleri, La paciencia de la araña, Barcelona, Salamandra, 2006, pág 41)

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