lunes, 27 de diciembre de 2010

Envejece como un buen vino

Grupo de noche, Juan Madrid

Sexta novela de las siete que componen la saga de Toni Romano, en Grupo de Noche lo encontramos pateando las calles de una Madrid que ya se apresta a entrar en la Europa del Euro.

Para los que no conocen a este fascinante personaje, podría decirles que Toni Romano es el nombre que usaba como boxeador, pero que su nombre real es Antonio Carpintero. Desencantado expolicía, arrastra una dura infancia junto a su padre limpiabotas, y un presente de soledad. Las mujeres no le duran a este hombre solitario, individualista, testarudo, intransigente en su honestidad. Alterna trabajos a lo largo de la serie, de esos que siempre derivan en problemas. Lo vemos como investigador y cobrador de morosos para la Agencia Draper, también como guardia de seguridad en un oscuro antro de la calle Montera. Es cierto que las cosas no van mejorando para Toni: en Grupo de Noche intenta ganarse 50000 pesetas dejándose abofetear en público por un imbécil que pretende conquistar a una mujer.

Toni está más viejo, pero igual de duro. Sus problemas de salud le impiden dormir, y comienzan a jugarle una mala pasada. En esta historia se ve envuelto en la búsqueda de un antiguo compañero, su mejor amigo de las épocas en las que comandaba el grupo de noche. El caso es que van reapareciendo viejos asuntos muy oscuros, y Toni poco menos que se ve obligado a investigarse a sí mismo.

La característica más saliente de las novelas de la serie de Romano también se reconoce en Grupo de Noche. Por un lado, Juan Madrid nos ofrece otra historia perfectamente clásica, que respeta todo el “manual” de la buena novela de género negro. Y por otro, y esta es la característica que mencionaba, nos entrega magníficas piceladas costumbristas de la Madrid de aquellos años que van de la transición al comienzo del siglo. La combinación es perfecta, y hace que uno ame estas historias tristes, amargas, sórdidas, llena de los los sabores y lugares reales de una Madrid bien reconocible y poblada de los mismos personajes y costumbres que lo acompañan a lo largo de toda la serie (Juan Delforo, Matías, Casa Camacho, los Ducados, el barrio de Malasaña).

Toni Romano sigue envejeciendo pero bien, como los buenos vinos. Deberíamos leer todas sus historias.

8/10

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